Yo quería escribir sobre algo y entonces llegaste tú con tus defectos y tus sonrisas; y arrasaste cualquier capa protectora que pudiera estar envolviéndome durante las décadas incompletas e infelices de mi poco sugerente vida.
Tu sonrisa tenía poco de habitual en mi cueva de desilusiones, pero eso a ti te daba igual. Bueno, y sigue siendo así. Dadas las circunstancias te propones mi felicidad a golpe de beso, a golpe de
y aquí me quedo>.
Bueno, seré una pequeña mentirosa y diré que no te quiero.