viernes, 8 de abril de 2011
*Si hablamos de cuentos y silencios...*
Y miran al techo. Blanco. Como el silencio. Porqué el silencio podría interpretarse con el blanco ¿no? O negro. Depende de la situación, supongo. Este es blanco. Y un silencio largo e intenso. No vacio pero tampoco demasiado lleno. Algo neutro. Tranquilo. Respetuoso. Sin demasiadas pretensiones.
No hay preocupaciones. Ni algo que decir que tenga demasiada importancia. Al menos en ese mismo instante. Es un momento, tal vez, de preguntas estúpidas y respuestas sin sentido. Y todo es un poco ridículo. Con un silencio así, mutuo, es más fácil sentirse patéticos. Y aún así, a veces, todo esto no es suficiente para hacernos sentir tontos. Posiblemente, habrá situaciones peores. En esta basta una sonrisa sin razón. Una pequeña carcajada de esas que se escapan sin querer de los labios. Esa pequeña risa que lo arregla todo aunque solo sea un poco y que ahoga el silencio.
- ¿En qué piensas?
-No pienso, sueño.
-Pues, ¿en qué sueñas?
-Sueño con un cuento de hadas.
-Es fácil imaginar que ocurre en los cuentos de hadas.
- ¿Lo es?
Y una sonrisa.
- ¿Cómo es tu cuento?
-Impredecible.
-Lo impredecible...
-...es mucho más divertido. Siempre a la espera de lo inesperado. Con los pies en el suelo y de repente volando, y de nuevo en el suelo.
-Las caidas duelen.
-Ya, pero nadie podrá decir que no me he arriesgado.
Ahora suspira.
-Y tengo miedo. Miedo de que las consecuencias duelan. Siempre fui muy miedica.
-No puedes estropear una bonita historia con el miedo y el dolor.
- ¿Olvidé decirte que mi historia es real? En la realidad existen estos sentimientos. Forman parte de nosotros.
-¿Y eres feliz con tu cuento?
-Sí.
- ¿A pesar de saber cual puede ser su desenlace?
-Exacto.
- ¿Me contarás algún día ese cuento? Aunque no esté escrito, aunque sólo esté en tu cabeza.
Y ella niega.
-No es por ser egoísta, pero no quiero compartirlo con nadie más. Mi cuento es lo único que me quedaría si algo malo pasara.
Si se rompe o me lo roban...
- ¿Y como se rompe o roba algo que sólo está en tu cabeza?
-Destrozando mis sueños, mis ganas, haciéndome trizas el corazón. Siempre tuve miedo a enfermar del corazón. No quiero renunciar al final feliz.
- ¿Con el "y vivieron felices y comieron perdices"?
-Mejor a ser posible. Eso esta muy visto.
-Predecible.
-Sí-contestó ella riéndose.
Y de nuevo silencio. ¿Fue ese sonido, el del vuelo de una mosca? Las respiraciones tranquilas. Y en medio del silencio vuelve a surgir una voz. Ella.
-Por favor, no destroces mi cuento de hadas.
Y un abrazo.
Silencio.
Y...
Eráse una vez, una chica que....
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