A ver que lo habéis dejado. Que no os aguantáis. Que siempre os gritáis. Que no sacáis nada en claro. ¿No os escucháis? ¡Joder! Si tú la quieres y ella te quiere. Si tienes ganas de enredarte en su pelo, de besarla, de verla sonreír. Y ella también...
¿Porque tantas sandeces? Tú te dejas de bravuconadas y de comederas de tarro. Y tú la buscas y le prometes el cielo o al menos la pipa de la Paz, o un café donde exponer las diferencias y prometerse nuevas metas. Pero siempre juntos. Porque la felicidad no es más que eso, sonreír sin motivo alguno. Acaso me vas a decir que no echarás de menos su pelo, su sonrisa pícara, su bromas, los días de película, las confidencias, su olor, sus brazos en torno a ti, y más.
Si lo dices es que eres de lo más rencoroso/a.
Pero es vuestro amor, podéis hacer con él lo que queráis. Pegadle la patada y haced como que no os dolerá la felicidad. ;)
Si total la tristeza está genial...
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