*214 días*

He tenido un mal despertar. Me he acordado de tí.

Y debería sonreír pero no puedo porque aún dueles.

También estoy recordándome a mí misma lo que soy, lo que era y ya se ha ido.

Todo aquello que con gusto he dejado ir o aquellas cosas a las que me aferro aún sabiendo que caducaron. Que se acabó.

Y me doy cuenta de que me has dejado un poco más libre pero también perdida y sin nadie que me encuentre. 

Y todo pasa, no es nada nuevo.

Los malos despertares son una puta basura.

*Condena a la tristeza*

Voy a crear una canción contra la tristeza que borre esta sensación de herida mal cicatrizada.

Así cuando vuelva a la cama podré dormir mejor y quizá así te recuerde con una sonrisa.

Y puede, tan sólo puede, allá donde estés puedas devolvermela. 

*El sillón vacío*

Aún estoy tratando de asimilar que ya no estás, que tu sillón está vacío. Que cuando llegue ya no te veré viendo tus partidos y contando alguna de las historias de tu vida entre risas, porque ya no vas a estar. Entonces me doy cuenta de que no se puede retroceder en el tiempo, que no me oirás decirte, aunque sea por última vez, que te quiero muchísimo y que tú tampoco podrás responderme que eso es una manía mía. Y me siento vacía como nunca.

Intento recopilar todos los recuerdos que me has dejado para no olvidar cuanto te he querido ni cuanto me querías. No quiero que se me olvide ni un ápice de ti, de lo que eras y nunca dejarás de ser para mi: Una sonrisa y, a veces, un grito al aire. Tranquilidad. Un coscorrón en la cabeza acompañado de una sonrisa. Historias únicas. Y me dejo mil cosas que no sabría ni podría expresar, lo sé. Pero sobretodo, siempre has sido un padre y un abuelo maravilloso. Y yo he tenido la suerte de que para mi seas las dos.

Qué desgracia entonces el haberte perdido.

*Desde París con amor*

Te echo de menos, aunque tú no me creas.

Pero es que anochece y te imagino aquí.

Y es que, te dejaría enredarte en mi pelo noche y día si a cambio tú me siguieses mirando así.

*De la S a la N*

Tú siempre con la historia perfecta en los dedos, en los labios.
Siempre con carisma para enamorar.

Y yo siempre hablando.
Siempre en problemas.
Siempre soñando.

Siempre...
Siem...
Sie...

Pero al final nunca.

Actualizando...

Es curiosa la sensación que te queda cuando te acaban de follar en verso. 

Realmente curiosa.

Joder...

*Un día de esos*

Hoy es un día triste para los dos, aunque yo sea más de pensar que sólo estará triste uno de los dos.