miércoles, 4 de mayo de 2011

*Cria cuervos y te sacaran los ojos* ^.^!

Ella sonríe. Siempre lo hace. Es como mirar a un robot. Hablar con un robot.
Muchas veces lo he pensado. Pero sería demasiado subrealista.
A parte, ella piensa. Lo sé. Ha maquinado muchos planes. Lo más probable es que esa sea su estrategia. Su plan para una vida mejor. Hoy en día todo vale.
Cuando sonríe es como un muñequita dulce. Cuando habla es como si ya tuviese pensado lo que va a decir. Como si cada paso que diese fuera un guión y ella la mejor actriz.
Todo lo que sé y una parte de lo que soy se debe a ella. Supongo que por eso sé sonreír cuando debo hacerlo, defenderme cuando una crítica es hiriente, o ver a distancia lo que no me conviene y sonreír para que crea que soy inocente.
Supongo que he aprendido lo suficiente como para ver que no son mentiras inocentes.
Viene cuando quiere con lamentos y excusas, y luego se va complacida. Desaparece y se planta callada ante ti. Como si esperase un saludo. Como si fuese esencial.
Yo voy con una sonrisa y me quedo con otra diferente. Es raro que no lo note. Ella fue quien me enseño.
No me desconsuela. No me fatiga. No me molesta ni me dejo engañar.
Mientras, ella puede continuar.
Así que...
Engaña.
Sonríe.
Conquista.


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