miércoles, 28 de diciembre de 2011

*Resulta asfixiante*

He cerrado ya los ojos pero no veo nada. Ni un solo recuerdo que nos una.

Por favor, deja de querer volver.

martes, 27 de diciembre de 2011

*Hoy no es 22 de 12 ni de 5*

Dime que soy lo que más odias en el mundo.
Que caigan las voces de la razón y los muros que nos guardan.
Que se sequen las sonrisas y desaprendamos la mania de querernos.
Dime o haz lo que quieras porque en el fondo no puedes dejar de amarme.

domingo, 18 de diciembre de 2011

*Dime que... Sólo si es verdad*

Dime que nada irá mal.
Lloro.
Dime que secaras mis lágrimas.
Lamento.
Dime que me querrás antetodo.
Suspiro.
Dime que no dirás adiós.
Alivio.

sábado, 17 de diciembre de 2011

*No*

Algo en ella decía que rompería a llorar cuando le dijo:

-De mi no, por favor. No te enamores de mi.

Luego se fue. Posiblemente pensando que no quería que le hiciera caso. Pero se fue.

viernes, 16 de diciembre de 2011

*2ª parte olvidada*

Se acordará de mi cuando comience a nevar y no vea la mancha roja sobre la nieve. Recordará mi amor, lo sé. Lo conozco, es muy simple. Verá mis ojos, navegará en mi pensamiento:

"¿No me tienes en tu vida, en tu alma, en tu pensamiento? ¿No me amaste de verdad? ¿Por qué te vas? ¿No fui tu locura más hermosa e insensata?

Mi tristeza y mi desaliento se clavaran en su mente y le dirán:

"Me dejaste ir. Sólo eres un cobarde más"

Cuando me recuerdes todo será mentira porque la verdad me la llevo yo a rastras a un lugar donde no estés tú. Cuando tu recuerdo te gire de un tortazo ya no estaré...

miércoles, 14 de diciembre de 2011

*Ellos*

Es triste. Tanto tiempo juntos y tan rápido cada uno por su lado. Se han cansado de discusiones, de lágrimas y silencios.
Aunque se dice que siempre nos quedamos con lo bueno, ellos que aún se quieren también van a recordar lo malo. Se van a preguntar porque se gritaron, porque se alejaron, porque él le regaló el silencio cuando ella necesitaba oír algo. Cualquier cosa que los uniera por segundos. O porque ella le sentenció con sus deseos de libertad.
No quiero ponerme melodramática o se me caerá el moco.

Aún así los quiero mucho, y espero que todo les vaya mejor.
No vais a leer esto y casi que mejor, en fin... <3

martes, 13 de diciembre de 2011

*Julieta*

Yo soy quien tu llamas, Julieta.
Quien tú amas desde la oscuridad más iluminada.
Somos idóneos, ¿no es cierto? Dime entonces, porque no permanecemos juntos.
Probablemente, no necesites una Julieta en tu vida. Seguramente, no me necesites a mi.
Sé; tengo la certeza de que saltarás mi ventana está noche pero dime, ¿por que he darte mi amor, mi promesa? El amor es incierto, doloroso. Nunca me he enamorado y ya siento este extraño dolor en el pecho. ¿Por qué querrías tu amarme? A mi, que no entiendo de amores y sonrojos, que no sé si siento amor o adoración; pasión o cariño.

Que ganaras con un amor incierto que huele a guerra y desaliento.

Romeo, ¿conoces el amor?

No sé que puedo esperar de mi misma, pero tanto espero de ti...

Quien sabe, quizá esto nos ayude a enamorarnos; a discutir; a abandonarnos; a olvidarnos; a volver; a estropearlo; a odiarnos.
Quizá esto te convierta en mi Romeo y a mi en tu puta barata, desmemoriada y rota, que no en la maravilla loca y suicida de tu vida.

Lo sé, Romeo. Probemos, salta mi ventana.

***El nombre del viento***

“Mira, las mujeres son como el fuego, como las llamas. Algunas son como velas, luminosas e inofensivas. Algunas son como chispas, o como brasas, o como las luciérnagas que perseguimos las noches de verano. Algunas son como hogueras, un derroche de luz y de calor para una sola noche, y quieren que después las dejen en paz.Algunas son como el fuego de la chimenea: no muy espectaculares, pero por debajo tienen cálidas y rojas brasas que arden mucho tiempo.

Pero Dianne... Dianne es como una cascada de chispas que sale de un afilado cuchillo de hierro que Dios acerca a la piedra de afilar. No puedes evitar mirar, no puedes evitar desearla. Hasta es posible que acerques una mano durante un segundo. pero no puedes dejarla allí. Te partirá el corazón.”


― Patrick Rothfuss, The Name of the Wind

viernes, 9 de diciembre de 2011

*Diciembre*

Vamos a ser románticos, a tomarnos de la mano, a decirnos , a acariciarnos, besarnos bajo las luces de los pobres.

Vamos a caer en el vicio del susurrarnos palabras ardientes desde nuestros labios candentes y desprovistos de cordura. A lanzarnos a la nada, o al todo que tenemos y que no hemos visto, ese al que sólo podemos acceder por los sentidos.

Vamos a rasgarnos, a ser intolerablemente crueles, a matarnos al son de aquella estúpida canción.

Vamos a perdernos en el infierno de los felices, a ser condenados por alegría, a querernos dentro del mismo amor que nos prodigamos.

Vamos a perdernos en Diciembre...

lunes, 5 de diciembre de 2011

*YO expectante, YO impaciente*

Se ahoga en el suspiro. Vacio. Oscuro. Silencioso.
Se queda inmóvil sobre sus pies, mira hacia adelante, pero sólo sabe ver lo que la sigue. Como si tuviera ojos en la espalda y los suyos propios estuviesen ciegos.
Siente el frío. Frío... Adora el frío porque así no siente como le arde el cuerpo. El cuerpo que él quema. Aquel que no ha visto, que no tiene cara, ni una simple sonrisa de odio para ella. Está dentro de ella, lo puede sentir. Hermoso y repulsivo a la vez. Un arrebato, una promesa, un soplo de brisa. Diferente y tan suyo.

Cierra los ojos. Tampoco le sirven de mucho. Sonrie, loca, desquiciada. A la espera del cambio definitivo.

¿Cúanto podrá tardar en ser ella al completo?

Respira de nuevo. Lo ve a lo lejos nítido. El cambio. Su YO interior. El demonio que todos guardamos bello y expectante. Perfecto. Directo. Se acerca. La besa. Se besa a sí misma. Impaciente, enloquecida. Un beso al alma, un beso al aire. Que se queda ahí en lo invisible de la noche.

Y ya no suspira. ¿Quién suspira? ¿Oyes su llanto? Ahora no sabe cuando estallara. Ahora no sabe la hora en que se volverá peligrosa y desvergonzada como siempre quiso, como a veces es...

sábado, 3 de diciembre de 2011

*Después de mucho, nada*

Eres de esas personas que tienen miedo a la locura de la vida.
Que acepta y sonríe como si eso fuera lo único que puede hacer, lo único a lo que puede optar, y se conforma.
Eres de esas personas que no se escapa sin una planificación a medida; que no busca perderse por las calles, ni reírse de sus desatinos.
Eres sólo alguien más. Y eso, a veces, me decepciona.

jueves, 1 de diciembre de 2011