miércoles, 19 de marzo de 2014

*Un día de esos*



Hoy es un día triste para los dos, aunque yo sea más de pensar que sólo estará triste uno de los dos.


martes, 18 de marzo de 2014

*El bienestar emocional*

Creo que voy a pasar de todos vosotros, más que nada por mi propio bienestar emocional. 

Dicho así, suena tremendo, pero es que estoy harta de muchas cosas. Me niego a admitir que yo soy el problema, porque no lo soy. Lo sé. Lo tengo claro. No voy a ponerme a pensar en como hacerme querer por vosotros, ni voy a desesperarme por ello.  Debe ser que aquí no hay feeling y punto. 

La gente te pone buena cara y a mi me parece que en el fondo les importo un carajo. A estas alturas me puede imaginar quien merece la pena y quien no, lo cual me provoca frustración. 

Pero bueno justo a partir de este mismo momento, cuando me sienta mal, ofendida o indignada, no me callaré y acudiré a terceras personas por no joder una relación. Iré a "joder la relación", a decir como me siento y todo lo que pienso. Voy a soltar tanta mierda por la boca que se van a morir de asco y no me van a querer volver a mirar a la cara. 

Desde luego no pienso acumular rencores ni ofensas. Esa es otra de las cosas que tengo muy claras. 

miércoles, 5 de marzo de 2014

*Canción sin acordes*

¿Oyes? Es la canción sin acordes, sin retoques... 

Y tú quién se los dará, quien la hará sonar. 


"¿Quién si no me haría 'sonar'?"


martes, 4 de marzo de 2014

*En las cosas felices siempre estás tú*

Él me dijo la otra noche que sólo escribo cosas tristes pero a mi me gustan mis historias tristes, mis cuentos rotos y mis frases largas.

Él dijo que no soy yo cuando escribo estas cosas, pero que va a decirme él, si las canciones que siempre escribo son suspiros y un adiós sin remedio.

Yo le dije: "Mira, tampoco es eso. Yo no sólo escribo cosas tristes o cosas felices, escribo aquello que sale en el momento. Sé que casi siempre hay más de lo primero que de lo segundo pero es algo que no puedo controlar, incluso cuando estoy feliz. Y aún así, sabes que también puedo escribir cosas felices, si no siempre puedes leer aquellos textos donde te paseas tú."

sábado, 1 de marzo de 2014

*Sucesos variados de finita duración*

Estamos esperando, luchando de la manera más pasiva. Guardamos todo lo que tenemos, el dinero, el tiempo, los sueños, las fantasías y hasta las historias más inverosímiles en lo que ahora es un cajón polvoriento. Está permitido soñar pero no, mejor no, porque al final soñar sale caro o duele, o las dos. Es más fácil o más cómodo vivir anestesiados. 

Así que, eso nos queda, esperar el cambio o cambiar tras el último café o el último cigarrillo mentolado. A fin de cuentas, las decisiones están ahí para ser tomadas y el cambio para aprender idiomas.

No se si me explico, pero vamos que da igual.

miércoles, 19 de febrero de 2014

*Cuerdas*

No sé muy bien como me siento, después de haber visto el cortometraje "Cuerdas" de Pedro Solís una y otra vez.  Sencillamente, precioso. Sí, precioso, no me canso de decirlo. Es tan bonito ayudar a alguien que lo necesita y estar a su lado... Demasiada dedicación, demasiado cariño, tanto afán de superación...

Probablemente, ahora mismo todos deseemos ser María y al mismo tiempo no serlo. Algunos podrán pensar que María es rara. Pues yo también quiero ser rara,  muy rara. Y que los demás, por esa regla de tres, también lo fueran.

Ojalá todos los maestros o, en mi caso, los futuros maestros tengan la vocación real y sincera para crear ese clima de bienestar y seguridad en el aula y fuera de ella. Porque sea como sea se necesitan maestros enamorados de su profesión, luchadores y fuertes.

Sinceramente, adoro mi profesión.








martes, 18 de febrero de 2014

*Desidia*

No voy a decirte palabras bonitas esta noche,
tengo las palabras cansadas y la mente dormida.

Este ir y venir agota los sentidos.
Para que mentirse, aquí el problema soy yo, 
ya no leo lo suficiente y escribo mucho menos, entre otras muchas cosas.

Me peleo con las libretas compradas en el todo a cien
y he perdido cualquier esperanza de estrenar aquella preciosa libreta 
que encontré al lado de mi zona universitaria.
No, libretas en Minerva no, que me enamoro. 
Mejor archivadores y bolígrafos, que buena falta hacen.

Hay que despertar de los malos sueños y de la comodidad. Despertar. 
Voy a despertar, aunque sea lentamente y por mi propia alegría de vivir.
Despertaré, por la basura que me queda por decir y esconder.
Además, que no puede ser bueno esto de la mente dormida, ¿no?

No puedo creerlo, de verdad. 

Cuanta desidia por mi parte...

*Algo que contar*

Vuelvo a estar aquí, pero no se cuanto tiempo me quedaré. Supongo que la vida me aleja de esto y cuando me deja un margen de error para volver no es más que para soltar ideas estúpidas. Que si vengo, que si me vuelvo a ir, o quizá me quedé.

Sí, esta vez sí. ¿Por qué no? ¿Y por qué sí? Y adiós de nuevo. 

Ya no hay musas ni dioses. Sólo ese sentimiento que a veces vuelve para martirizarme. Y nadie lo entiende. Sólo yo, porque soy yo quien tiene algo que contar y la que al mismo tiempo no cuenta nada.