lunes, 2 de mayo de 2011

*Perdida*



Me he perdido. Disculpa, no sé donde me encuentro. Hace unos días que no sé donde queda el camino desnivelado por el que solía deambular. Allí las estrellas brillaban más y la Luna resbalaba dentro de su amplia bañera para regalarse uno de sus muchos y relajantes baños nocturnos. Echo de menos los baches del camino en los que me sentaba cuando estaba cansada y me paraba a pensar en el transcurrir de mi vida.
Siento una pena inmensa. Tú no lo entiendes, claro. Esto que siento sólo lo entiendo yo.
Si hubieras sentido aquella tranquilidad o aquel silencio natural lo más probable es que llorases de exasperación.
En cambio, este ruido al que te has acostumbrado, estas calles niveladas... Rompen mi paz.
No lo ves, igual que no ves con claridad la luna o las estrellas porque los edificios las tapan.
He dejado atrás mi tranquilidad y sosiego y ni siquiera recuerdo como. Este lugar te atrapa y te hunde en la miseria y locura. No hay nadie que consiga entender. No hay nadie que logre indicarme el camino que perdí.
No asientas, no digas que me entiendes. Tú estás en paz. Tu paz importa más. Así son las cosas por aquí. ¿Y yo que puedo hacer mientras tanto?
No, dejáme. No estoy llorando. No me conoces. No sabes si soy débil o fuerte. Ya nadie sabe ver en el interior de las personas.
Si no me puedes ayudar tú tampoco estoy perdiendo mi valioso tiempo. Tendré que buscar la manera de ayudarme a mi misma. Tendré que hallar la forma de volver por mis medios. No pienso quedarme sentada a la espera de que la historia se desarrolle sola. No, no estoy loca. No me trates como una desequilibrada. No lo entiendes. Tengo que volver al circuito de mi vida. No puedo quedarme aquí y cambiar.
No, no, no.

1 comentario: