sábado, 1 de marzo de 2014

*Sucesos variados de finita duración*

Estamos esperando, luchando de la manera más pasiva. Guardamos todo lo que tenemos, el dinero, el tiempo, los sueños, las fantasías y hasta las historias más inverosímiles en lo que ahora es un cajón polvoriento. Está permitido soñar pero no, mejor no, porque al final soñar sale caro o duele, o las dos. Es más fácil o más cómodo vivir anestesiados. 

Así que, eso nos queda, esperar el cambio o cambiar tras el último café o el último cigarrillo mentolado. A fin de cuentas, las decisiones están ahí para ser tomadas y el cambio para aprender idiomas.

No se si me explico, pero vamos que da igual.

No hay comentarios:

Publicar un comentario