lunes, 11 de abril de 2011

*Ella*

Tú. Que juegas a sonreír. A gustar a todos los que te rodean. Que ríes e intentas con ello que sea una risa sublime, superior a otras. Una risa que suene como a campanillas. Un campanilleo rápido y feliz.
Tú. Que no quieres oír hablar de guerras, pero que a la vez gustas de hacer estallar batallas tras la espalda del mundo. Que aparentas inocencia y a la vez madurez. Tan pequeña como grande, y tan grande como pequeña.
Tú. Que disfrutas de un modo infantil. Que echas lo malo por el suelo y lo bueno también. A la que no le importa si es contigo o sin ti. Si te quiere o si no.
A ti, pequeña y falsa niña, te deseo el amor verdadero.

Te deseo a él. Que juega a sonreír y ríe de forma encantadora. Que no quiere hablar de guerras pero apuñala la espalda del mundo. Que no es inocente ni tampoco maduro. Pequeño y grande. Grande y pequeño. Que ignora lo malo y desperdicia lo bueno. Al que no le importa si es contigo o sin ti. Si le quieres o si no.
A él, infantil y embustero. Como tú.
Ojalá te cruces con él en el trayecto de la vida.

Porque de todo se aprende, incluso cuando se trata de aprender a no dañar corazones...

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